Blanc de Noir 2016
Se trata de un gran vino que nos transporta con suave efervescencia y que explota en el paladar con un pomo de aromas y sabores de gran riqueza. De ritmo poderoso y gran profundidad, exalta las papilas gustativas con su fresca tensión y culmina en un final de leve dulzura, abriéndose lentamente, tal y como le gusta hacer a Pinot Noir.
El envejecimiento con sus madres se prolonga durante 47 meses, hasta convertir el vino en un elixir de perfume tostado y afrutado, con finos recuerdos ahumados en el trasfondo y una boca jugosa en la que acidez y dulzura corren uno tras otro.
A la vista, luce dorado pajizo y dibuja finos rosarios perlados. En nariz se perciben la manzana roja asada, los cítricos maduros (ralladura de limón), la miel y las galletas, todo muy bien integrado para dar paso a un paladar envolvente de cuerpo medio y fina burbuja. Después de cada trago, asoman los recuerdos a frutos secos y hierbas aromáticas como el tomillo, más alguna fresca chispa a frutos rojos. Mantequilla y mazapán nos regalan los aromas más reconfortantes y de mayor calidez, mezclándose con un recuerdo salino habitual en los mejores vinos de suelos calcáreos. Su perfil es elegante y discreto, armonioso y de gran definición.